domingo, 30 de septiembre de 2012

Permiso para hablar.


Le voy a cantar Holocene en las tablas de madera aunque haga frío y lleve el vestido negro escondido bajo la sudadera; aunque no haga juego con el gorro de lana. Le voy a cantar Holocene porque al final siempre acaban ganando los ojos castaños a los ojos de oliva. ¿Quién dice que un gato no pueda tener las pupilas color avellana o negras como las noches de súplicas descafeinadas? Se ha ganado los acordes de Bon Iver porque empieza a hacer frío y salió con las pestañas como abanicos para doblar las esquinas con una luna que nunca antes había visto.
Y por si fuera poco, le dio las gracias por ponerse las zapatillas, y la llevo a Tiffany’s, donde todos los veían pero nadie los miraba.
Y por si fuera poco, la dejó agarrarse a sus palabras en la barandilla de incendios.
Y por si fuera poco, significó mucho. 


sábado, 29 de septiembre de 2012



Ya echo de menos mi rinconcito de cielo y luces barcelonés. 





Pequeño diccionario etimológico:


· Fracaso: del latín 'frangere', romper, estrellarse.
· Dececpción: (no he encontrado nada). Pero... bueno, ya sabéis. Eso que se mete entre las clavículas y detrás de la nuca. 
· Traición: del latín 'traditio, traditionis', entregar(se) al otro bando, al enemigo. 

MY NAME IS TTREASON. AGAIN.

     Cortáis como las hachas y doléis como echar sal en las heridas, o heridas en la sal. Aunque cada día tengo más claro que la que corta y duele soy yo misma, y mis traiciones descuidadas. Me acuerdo de aquella entrada que escribí un domingo de resaca después de un sábado que me desvió y me da rabia porque sí, porque era sincera y lo sigo siendo, pero las ciudades grandes y las vidas nuevas me desbocan. Necesito un lobo, o un león que calme a la pantera. Necesito muchos pijamas, muchas mantas y muchos libros para volver a naufragar en el edredón. Pero quiero compañía, porque naufragar solo es tan triste como las mujeres de ojos negros. Como yo, que cada día los tengo más oscuros y más profundos, pero más vacíos también. Quiero que alguien me los vuelva a llenar de pentagramas, de tinta en papeles amarillos, de pestañas espesas, de agua salada. 
Quiero. Quiero. Quiero. Quiero. Quiero y no puedo. 
Como siempre. 


Para los cuatro gatos que vagabundeen por este blog de vagabunda, esta es la entrada a la que me refiero. Y la que se me ha metido entre el pecho y la columna para no dejarme descansar este fin de semana de manta, lápiz y música de lluvia.

http://elfelinoentreelcenteno.blogspot.com.es/2012/01/my-name-is-treason.html

Jo.

HOW DOES IT FEEL TO BE ON YOUR OWN?
WITH NO DIRECTION HOME
LIKE A COMPLETE UNKNOWN
LIKE A ROLLING STONE?



miércoles, 26 de septiembre de 2012

Barcelona de segunda mano




Lágrimas de trompeta

     No hay nada tan triste como una trompeta de jazz intentando hacerse hueco entre las guitarras, los pianos o el mismo silencio. Odio el jazz de trompetas, me pone amarga y me recuerda a noséqué, a algo de cuando era pequeña y mi madre estaba cerca. Puede que estuviéramos viendo una película que tenía por extra una trompeta desgarradora que sólo yo debí de escuchar.
     
     O puede que las trompetas tristes sólo suenen en mi cabeza. 



(No es jazz, pero hay una trompeta y el título es 'Monstruos')

martes, 25 de septiembre de 2012

Tan pronto me sonrío por ver a un chico joven tricotando en el metro como me destrozo los dedos pulgares por la impotencia de no saber querer.



Come on skinny love just last the year 
Pour a little salt we were never here 
My, my, my, my, my, my, my, my 
Staring at the sink of blood and crushed veneer 

I tell my love to wreck it all 
Cut out all the ropes and let me fall 
My, my, my, my, my, my, my, my 
Right in the moment this order's tall 

I told you to be patient 
I told you to be fine 
I told you to be balanced 
I told you to be kind 
In the morning I'll be with you 
But it will be a different "kind" 
I'll be holding all the tickets 
And you'll be owning all the fines 

Come on skinny love what happened here 
Suckle on the hope in lite brassiere 
My, my, my, my, my, my, my, my 
Sullen load is full; so slow on the split 

I told you to be patient 
I told you to be fine 
I told you to be balanced 
I told you to be kind 
Now all your love is wasted? 
Then who the hell was I? 
Now I'm breaking at the britches 
And at the end of all your lines 

Who will love you? 
Who will fight? 
Who will fall far behind?

lunes, 24 de septiembre de 2012

LAS NOCHES DE BARCELONA

     Los aviones en el cielo y el ruido de los fuegos artificiales no muy lejos de un séptimo piso de Barcelona. 
   Y Yellow Brick Road con la ventana abierta y un incienso de miel a medio quemar. 
     Y Nuria y yo en sendas mesas, cantando.



sábado, 22 de septiembre de 2012

lunes, 17 de septiembre de 2012

Into The Wild Barcelona. Capítulo Meheperdidoconlacuenta

     Lo peor que puede hacer uno es crearse expectativas, por altas o bajas que sean.  Hoy estoy apagada, como el sol de Barcelona, y para darme un poquito de vida he salido a pasear por El Raval. He caminado por las calles estrechas, he entrado en las tiendas de segunda mano, he comprado dos discos en uno de Belle &Sebastian... Todo ello con la esperanza (y el deseo) de que al doblar cada esquina apareciera uno de esos Mr. Darcy con los que sueño las 24 horas del día. Por supuesto no ha ocurrido tal cosa. 
Tan distraída iba imaginando lo guapo que sería 'mi' chico que me he perdido por las callejuelas. Con tan buena fortuna que he caído en un café acristalado con expositores estilo años 50 y un pastel de zanahoria y nueces. 
Y ahora me veo sentada en una mesa de madera, con mi bizcocho casero, dos camareros a cuál más elegante y dos colegas hablando de Wess Anderson, cineasta del que me habló Julián hace tres días. 


NO PENSÉIS. 
Hoy no hay una sola nube. Hay una capa de plomo gris que pesa. Que pesa y que ciega.
Hoy duele.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Me gusta

     Wilco en la cama de un séptimo piso en uno de los lugares más fantásticos (y pijos) de Barcelona es la anestesia más eficaz que he encontrado hasta ahora. Veo las nubes desde aquí, moviéndose apenas unos milímetros, como si no quisieran despegarse de mi ventana por no dejarme demasiado sola en la habitación. Me gusta. Me gusta mucho que se queden aquí a hacer que todo sea más blando y a amortiguar las caídas.
     También me gustan las fotos.
Y que el videoclip de esta canción sean nubes pasando. Y que dure más de 11 minutos.


Desapegos

     Supongo que esto funciona así. Y siempre ha sido así realmente, no sé por qué me extraña a estas alturas que me miren por encima de la tira del sujetador. Tampoco voy a empezar tan pronto con los sudores fríos y las náuseas entre el ombligo y la pared. Pero confieso que desde el segundo uno estoy en ese estado tan propio de mí. Que todo lo distorsiono. Que todo lo exagero. Que todo duele más de lo que en realidad duele. Que he entendido por fin que con mis gafas el mundo se ve muy distinto y por eso ando siempre del revés y con los pies hacia dentro. 
A ratos, a veces cortos y otras muchas largos, pienso que esta cama no va a ser nunca mía y que por muchos cojines que ponga no estaremos cómodas aquí. Se me ha pegado a la espina una sensación de provisionalidad con estas paredes, como si dentro de unos días o quizás un par de semanas a lo sumo alguien fuera a venir a por mí para devolverme a donde pertenezco. 





miércoles, 12 de septiembre de 2012

Antigüedades del verano que hemos dejado atrás

  Il faut comprendre la paradoxe mathématique de la nostalgie: elle est le plus puissante dans la première jeunesse, quand le volume de la vie passée est tout à fait insignifiant.



     

     Son las 2 h 45 de la madrugada y estoy despierta porque no puedo dormir por culpa del catarro que he pillado. Creo que soy el único ser humano que coge un trancazo en pleno agosto. Y lo peor es que me pasa todos los años. Empiezo con el picor de garganta por las orejas, o de orejas por la garganta, nunca lo he distinguido. Luego ya viene la fábrica de  mocos que me tapa la nariz durante tres o cuatro noches. 
Y por eso estoy aquí, un viernes 4 de agosto de 2012 en la habitación más alejada de la casa que mis padres han intercambiado en Vannes. 
    Lo bueno es que en esta maravillosa vivienda abuhardillada hay unos cuantos libros y he encontrado La ignorancia, de Milan Kundera en francés, la lengua original. Llevo ya 60 páginas y me tiene absorta desde las dos primeras. La obra se inicia con una reflexión etimológica, algo  muy común en los libros de Kundera, sobre la palabra 'nostalgia'. Resulta que procede del griego 'nostos' (regreso) y 'algos' (dolor). Es decir, el dolor por el regreso. 
Me ha encantado leer esto porque nunca antes me había planteado de dónde venía esta palabra que yo tan a menudo empleo. Me ha encantado pero también me ha sorprendido porque a mayoría de las veces que utilizo la palabra 'nostalgia' es para hablar de cosas que echo en falta sin que me hayan ocurrido jamás. Con lo cual deja de ser el dolor por el regreso, o bien significa que todavía tengo que hallar ese lugar al que regresar. 
     Kundera no se olvida de la gente como yo, de los que sentimos nostalgia por lo que nunca ha sucedido, y por eso incluye un apartado sobre la 'nostalgia' en la cultura alemana:


" Los alemanes emplean rara vez la palabra 'nostalgia' en su forma griega y prefieren decir 'Sehnsucht', deseo de lo que está ausente pudiendo abarcar tanto lo que ha existido en un pasado como lo que no, sin implicar un 'nostos'."

P.D.: la palabra 'añorar' procede del latín 'ignorar' (enyorar)

martes, 11 de septiembre de 2012

Into the Wild Barcelona. CAPÍTULO 1

Les larmes de ma mère

     Me gustaban los trenes hasta que hace dos horas escasas me he subido a este llorando porque sólo tengo un billete de ida a una vida nueva que me asusta. Y porque he visto las lágrimas de mi madre. 
-Yo estaré bien si tú estás bien.
     
Ya no volverán a ser lo mismo las ventanas de los AVEs ni los acordes de Dallas Green porque no me llevan a casa, me alejan de ella esta mañana. 
     Qué dramática me pongo cuando quiero y qué poco me gusta. Todo ahora mismo me parece peor de lo que me lo parecería en otras circunstancias: el aire a condicionado está a -30 grados, la rozadura que llevo en el talón izquierdo me escuece como si me hubieran echado sal, el asiento es muy incómodo. Barcelona está lejíiiisimos, y tres semanas para volver a casa son una eternidad... y esas cosas. 
     Cualquiera diría que me mandan al convento o a la guerra. Sé que no es justo que me queje de lo que me espera, pero no me quejo por eso. Me quejo de tener que despedirme de mi madre y de mis mejores amigos.
 Por grande que sea Barcelona, madre sólo hay una. Y tampoco hay otra Celia, otra Nerea, otra Elena y otro Mancholas. 

La próxima vez viajaré en autobús.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Se me arruga el estómago

No more tears, my heart is dry
I don't laugh and I don't cry
I don't think about you all the time

But when I do I wonder why
One day, baby, we'll be old
Oh, baby, we'll be old
And think of all the stories that we could have told



jueves, 6 de septiembre de 2012

Ahiouqwoeurw7c3oycrwirbq

Son pocas las veces que escribo una entrada sin haber emborronado antes uno de mis millones de cuadernos. Pero hay noches que es mejor improvisar sobre lienzo que tirar varios bocetos a la papelera. 
Estoy tan nerviosa y tan asustada a la vez por irme a Barcelona que todas las cosas que debo preparar para 'la gran travesía' siguen pendientes. Me quedan viernes, sábado, domingo y lunes en Zaragoza y se me está haciendo eterno. Tengo la cama de mi hermana llena de toda la ropa que he sacado del armario sin saber muy bien por qué, porque no necesito todo, que no me voy a Alaska. Estoy a hora y media en AVE y en mi familia nos lo estamos tomando como si fuera a vivir en otra galaxia. Y allí es precisamente donde me encuentro estos días, en la galaxia de las mariposas en el estómago (pero mariposas mutantes, de verdad de la buena), de los ojos vidriosos cada vez que Monchis o Nerea me escriben un guasap diciendo que deje de hacer maletas y me quede aquí, o cuando Elisa me dice que me va a atar a un árbol. Es curioso cómo crece el vínculo entre las personas cuando saben que les queda poco tiempo juntas. No sé si para bien o para mal porque después te entran las dudas de si deberías irte o no. En fin, supongo que a todos los que dejan el nido les pasa y que me tocará estar rara este primer mes. Sigo pensando que he puesto las expectativas por las nubes, pero no puedo evitarlo. Es Barcelona. 


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