jueves, 31 de enero de 2013
Lo raro de llegar a Zaragoza y ver todo raro. Y de sentirse
rara. Y de que la nevera esté vacía. Y Celia de exámenes. Y Pablo agobiado. Y
mis padres en Francia. Mi hermana en Bruselas. Y yo aquí, sola, con mi oso de
peluche de toda la vida en el cuarto de paredes blancas con el cohete de Tintín.
Lo raro de no escuchar ni un ruido y no necesitar tapones para dormir.
Lo raro de volver a echar de menos.
Lo raro de estar a gusto en Barcelona, por fin.
Lo raro de no querer salir de la cama en diez días.
Lo raro. Lo de siempre.
martes, 29 de enero de 2013
Instrucciones para fumar.
Fúmame. No necesitas que te lo explique porque llevas meses
liándome a caladas. Pero, Cortázar me enseñó a explicarlo todo y aquí tienes
las instrucciones para fumar:
Fúmame. Agarra el
papel de liar y envuelve cada una de mis costillas mientras das con la otra
mano forma al tabaco de mis caderas. Trenza los hilos oscuros de mis pecas
y une mis lunares. No quiero ser tu
constelación.
Yo sólo quiero que me fumes. Que aspires el aliento de mi
boca y eches el humo apuntando entre mis piernas. Refúgiate en mis pulmones, si
quieres, pero ponte botas de agua porque soy como la pez. Encharcada
hasta la campanilla de mi falsa nicotina.
Pásale la lengua al pegamento que vela mis pestañas para
sellarlas y dejarme ver. Chupa el rabillo de estos ojos negros de carbón. Confieso que le vendí el alma al diablo a cambio de un cartón.
Juega con el alma del veneno que perfila tus orejas en el
eco de un beso sordo. Y escúchame.
Que calcinas mi cintura con el alquitrán de tus falanges y
erizas la planta de mis pies con los dedos que sostienen el cigarro. Ese cigarro
que soy yo.
Aprende a calzarme los zapatos y a desmentir los cordones; yo
voy remendando mis costuras a la luz de la farola. Apaga el radiador, que nos
sobra mechero y me tragaré toda tu ceniza.
__________________________________________________
Y voy a arrancarme los ojos, dártelos
que veas como yo veo
Oscuro cuando te vas
y negro cuando te tengo
que veas como yo veo
Oscuro cuando te vas
y negro cuando te tengo
domingo, 27 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
jueves, 17 de enero de 2013
Me asustan muchísimo las personas que no parecen estrechar
vínculos conmigo. No sé si es producto de mi cabeza loca o es que realmente la
gente ha dejado de apegarse a las cosas.
Yo la primera, lo sé. Pero me da más garrampa notarlo en los demás
porque en mí misma no lo siento tanto.
Me da miedo no llegar jamás a dejar huella en la vida de las
personas que me cruce en el camino, y quizás por eso me ofende cada día más ver
que escribo con un boli de tinta seca en vuestra piel. Lo que no voy a hacer es
clavaros la punta. Eso no.
“No sé si el mundo está al revés o soy la que está cabeza
abajo.”
martes, 15 de enero de 2013
Je venais juste de manger une madeleine au
chocolat quand j’ai décidé de prendre le réglisse que m’avais apporté Philippe
de chez son frère. Du bâton de réglisse. J’adorais le promener dans ma bouche
et savourer le goût de mon enfance, et de celle de ma sœur, qui était devenue réglisse-dépendante.
J’ai allumé les minuscules ampoules de
Noël, qui étaient restées depuis deux ans et qui conféraient à la chambre un
air de rêve de fées qui me faisait sentir comme chez moi et en même temps très
loin, là où les fleurs poussent dans les murs et les sourires ne sont pas en
plastique.
J’avais besoin d’un verre de fantaisie liquide, d’une
paire d’ailes de papillon et que quelqu’un me brosse les cheveux pour après les
couper avec un ciseau rouillé.
(Tengo una exposición oral en francés y necesitaba practicar con el idioma. Estoy igual de oxidada que las tijeras.)
lunes, 14 de enero de 2013
domingo, 13 de enero de 2013
Diario de carretera
Cuando Pere me habló de la desazón que te hace sentir vacío cuando terminas de leer un libro que te había atrapado, hacía muchos meses que yo no encontraba una novela de este tipo. Hasta hoy. Qué vacía me ha dejado Un asunto de honor, de Arturo Pérez Reverte. Todavía no he podido moverme de la cama desde la que he asistido a una de las noches más largas de mi vida y desde donde he visto amanecer, con los pies en el mar de Tarifa.
Hacía mucho tiempo que una historia de amor no me conmovía tanto como la de Manolo y Trocito.
Confieso que ayer cuando me escapé de propio a la librería más cercana para saciar mi sed de letras impresas estuve buen rato buscando una historia de amor, cuanto más empalagosa mejor. Acabé cansándome de recorrer con el dedo índice y la cabeza torcida las mismas estanterías mil veces persiguiendo una novela de amor fácil; entonces recordé que Pere me había hablado de Un asunto de honor (Hay que ver lo guapo que es Reverte, ¿verdad, Pere?). La cogí, la pagué y de vuelta a la residencia leí la sinopsis:
"María, la niña virgen que quiere conocer el mar; Manolo el camionero perdedor a la vez que tierno, y el malvado portugués Almeida, que no puede dejar de cumplir una promesa."
No era aquello lo que me apetecía, pero la devoraría de todas formas porque no tenía una opción más tentadora.
Y menos mal que la he devorado, porque ha calmado mi hambre de libros y es exactamente la historia de amor que yo quería.
![]() |
| Me voy al mar. |
"Érase una vez un yogurcito dulce por fuera y un camionero tierno por dentro que se enamora de ella y se la lleva sabiendo que el precio va a ser condenadamente alto."
viernes, 11 de enero de 2013
LA HUMILDAD ES UNA VIRTUD QUE YA NO SE ESTÁ DE MODA
No entiendo ese afán por echarse
flores a uno mismo. De verdad que no lo entiendo. Hace una semana en la clase
de castellano oral la profesora me dijo que la humildad es una retórica. Y yo digo
que es una virtud que ya no está de moda.
Que manía tiene todo el mundo con
venderse a sí mismo como si alguien fuera a comprarlo. No somos aparatos
eletrónicos con mil prestaciones que haya que enumerar. La vida no es un
escaparate de personas que lleven una etiqueta en el tobillo en la que aparecen
todas nuestras “ventajas”.
Qué vicio tienen muchos por
utilizar frases que siempre comienzan por “yo”:
- Yo sé cocinar.
- A mí es que me encanta pintar.
- Yo hago fotos con mi réflex (en modo automático, por supuesto)
- Yo es que combino treinta carreras
universitarias con el conservatorio de piano, la escuela de idiomas y el equipo
de atletismo.
¿Y quién estudia en la escuela de la vida? Al fin y al cabo es la
única que sirve y que acepta a todos sin prejuicios. A todos menos a los que no conocen la
humildad, ésos necesitan años de otro tipo de escuela. Y una abuela que les
diga lo guapos y listos que son para que ellos tengan menos tarea resaltando
cada una de sus cualidades.
Hoy ni soy humilde ni estoy de buen humor, ya me perdonaréis.
domingo, 6 de enero de 2013
jueves, 3 de enero de 2013
Mariposa y Amapola en París
Como si el casco viejo fuera un barrio secreto de París, las recorrían de puta
a punta y en diagonal, perdiéndose y fingiendo que no conocían aquel entramado
de calles al que volvían cada tarde de invierno, y de verano. Les bastaba con
imaginarse que estaban en la ciudad del amor y que a la vuelta de la esquina se
encontrarían con la orilla del Sena plagada de bouquinistes para escapar de la realidad en la que les había tocado
vivir. Al fin y al cabo no era tan mala solución, eran expertas en soñar
despiertas y convertir los edificios que conocían de memoria en otros que
habían visto en las películas francesas de los canales de televisión que nadie
conocía. Menos mal de aquella quichería
que habían abierto hacía un par de años en alguna de esas callejuelas colmadas
de alcantarillas desbordantes y olor a viernes de madrugada. Les encantaba
aquel bistrot de nombre ingenioso
regentado por un francés tan elegante como afeminado. Adoraban la puerta
corredera de color rosa del baño y el chocolate del brownie que se permitían pagar una vez cada muchos
paseos parisinos en la ciudad del viento. Se pintaban los labios con carmín rojo, con los bordes
salidos para hacer el decorado más creíble. Se creían muy mayores pero no dejaban de ser dos niñas que no querían
crecer. La idea de cumplir 19 años las amargaba desde hacía semanas y mientras
una quería volver a los 18, la otra soñaba con tener 17 de nuevo. Eran tan
iguales y tan distintas a la vez que la mezcla parecía sacada de un cuento. El tipo de personajes que Rébecca Dautremer habría dibujado para uno de sus
cuentos de ensueño. Y sin embargo eran de carne y hueso y de culo considerable.
Pero paseaban con la elegancia de los erizos parisinos que esconden un secreto
bajo cada una de las púas, contoneando las caderas, saltando fronteras
imaginarias sin pasaporte. miércoles, 2 de enero de 2013
Propósitos de Año Nuevo
Año nuevo, cuaderno nuevo, aunque aún me
queden unos diez por empezar en la estantería (cosas de coleccionarlos).
Voy a escribir con lápiz por si acaso me
equivoco y tengo que borrar; así me aseguro de que no ensucio la hoja con tinta
corrida. Ya hice bastantes tachones en el 2012. El año pasado.
Con toda mi buena fe he escrito una lista de
buenos propósitos para este año que arranca:
« Escribir
más historias y menos sobre mí
« Aprender
a ver el vaso medio lleno
« Hacer
algo con mi pelo
« Aprender
a confeccionar mi propia ropa
« Conseguir
un traje estilo Charleston
« Leer
mucho más
« Completar
mi Moleskine gigante
« Hacerme
un tatuaje con Celia
« Sonreír
más a menudo
« Cambiarme
de lentillas cada mes
« Aprender
a tricotar
« Aprender
a bailar tango
« Desenfadarme
con el mundo y conmigo misma
« Tener
más conciencia humanitaria o comoquieraquesediga
« Discutir
menos con mi familia
« Hacer
al menos un Skype con Celia
« Viajar
a un país nórdico
« Llamar
a mis abuelas más a menudo
« Aprender
a cocinar bizcochos
« Estudiar
más
« Hacer
muchas más fotografías
« Olvidar
a muchas persona para poder disfrutar de otras tantas
« Meter
a Leo de una vez en la caja de zapatos debajo de la cama
« Hacer
algún tipo de voluntariado
« Aprender
algo de catalán
« Ordenar
la habitación de Barcelona
« Dejar
de mentirme a mí misma
« Mover
el culo para hacer cosas que me interesan y que hasta ahora no he hecho por
pura pereza
« Ver
un montón de películas
« Ir
a visitar a Javi a Londres
« Llorar
menos
¿Ya o qué?
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